La evaluación y modelado de equipos residenciales de combustión a leña se dificulta debido a la variación temporal de la tasa de quemado. Esta variable además incide en la eficiencia y las emisiones de material particulado [1]. La tasa se ve afectada además por factores tales como la humedad del combustible, el tiraje, la temperatura inicial del sistema, entre otros [2]. La combustión de una astilla de leña puede dividirse en tres etapas principales: ignición, combustión principal y burnout [3][4][5].
Se plantea un modelo matemático adimensional para determinar la tasa de quemado promedio de cada etapa del proceso de combustión, utilizando dos cocinas a leña de fabricación nacional y eucaliptus como combustible. Se utilizan los resultados experimentales de la variación temporal de la masa de leña para ajustar el modelo e identificar el efecto de las variables operacionales y de diseño. Se identifican los límites de cada etapa mediante indicadores como la concentración de CO y la temperatura de los productos de combustión. A partir de una regresión lineal, se obtuvo la tasa de quemado para cada etapa. Los primeros resultados muestran un error porcentual promedio de un 15% para la estimación de la masa de quemado entre el modelo y los resultados empíricos. Se aprecia que la primera etapa es más sensible a la estabilización térmica de la cámara de combustión y al diseño de la cocina y componentes, mientras que la etapa de burnout presenta un comportamiento más regular